¿Las cuotas de tu hipoteca variable se han disparado debido a las últimas subidas del Euríbor? ¿Estás viendo cómo tus pagos mensuales están afectando a tu presupuesto familiar y cada vez te cuesta más llegar a fin de mes?
En situaciones como estas, cambiar de una hipoteca variable a una fija puede ser una opción interesante para disfrutar de una tasa de interés estable y predecible, y tener la seguridad de que siempre la podremos pagar sin que esto perjudique a nuestra economía.
¿Se puede cambiar de hipoteca variable a fija?
¡Claro que sí! Cambiar de una hipoteca variable a una fija es una opción viable para aquellas personas que buscan una mayor estabilidad en sus pagos mensuales, ya que ofrece la seguridad de una cuotaLa cuota es la parte periódica y proporcional que se paga por haber contratado un préstamo hipotecario. Una parte de la cuota se destina al pago de los intereses y otra a la amortización del capital adeudado. estable durante toda la vida del préstamo.
Cuando los tipos de interés son bajos, la hipoteca variable, ligada a índices como el Euríbor, puede ser una buena opción. Sin embargo, puede convertirse en una fuente de incertidumbre cuando los índices suben.
¿Cuándo conviene pasar de una hipoteca variable a una fija?
Elegir el mejor momento para cambiar puede depender de distintos factores:
- Tendencia del Euríbor: si el Euríbor está subiendo, cambiar a una hipoteca fija puede ser una buena idea para protegerte de futuros aumentos.
- Tipo de interésEl tipo de interés es el porcentaje que se aplica al capital de un préstamo con el objetivo de calcular los intereses que deben abonarse. Puede ser fijo, variable o mixto.interés fijoEl interés fijo es un tipo de interés que se mantiene igual durante toda la vida del préstamo, por lo que la subida o bajada de los índices de referencia no le afectan. disponible: valora si el tipo de interés fijo que puedes conseguir es competitivo en comparación con el Euríbor actual más el diferencialEl diferencial en el ámbito hipotecario se refiere al porcentaje que la entidad bancaria añade al índice de referencia utilizado -Euribor- para fijar el precio del préstamo. Es una variable con margen de negociación. Un préstamo a tipo de interés tiene forma de: Euribor + 0,75%. Esto quiere decir que, si el Euribor está en un 0,25%, la tasa de de tu hipoteca variable.
- Situación financiera personal: ten en cuenta tu capacidad para asumir gastos extra y la estabilidad que necesitas para tus pagos.
En general, si el Euríbor está en aumento y encuentras un buen tipo fijo, puede ser un buen momento para hacer el cambio. Sin embargo, si el Euríbor está bajo y se espera que baje aún más, puede que prefieras mantener tu hipoteca variable.
Ventajas de cambiar de hipoteca variable a fija
Una de las mayores ventajas de cambiar a una hipoteca fija es la estabilidad, ya que la cuota mensual no variará, sin importar las fluctuaciones de los índices de referencia como el Euríbor. De esta forma, podrás planificar mejor tu presupuesto y evitar sorpresas desagradables.
Si el Euríbor sube, las cuotas de tu hipoteca variable también lo harán. En cambio, si cambias a una hipoteca fija, te aseguras de que tus cuotas se mantengan siempre igual, incluso si el Euríbor se dispara. Esto puede suponer un considerable ahorroPoder aportar ahorros por valor del 20% del valor de la vivienda más un 10% para los gastos de la operación. a largo plazo en caso de que las tasas sigan aumentando.
Desventajas de cambiar de una hipoteca variable a una fija
Aunque las hipotecas fijas ofrecen estabilidad, también presentan algunos inconvenientes:
- Posibles costes adicionales: el proceso puede conllevar gastos como comisiones por novaciónLa novación es un documento público en el que se modifica, mediante el acuerdo entre las partes intervinientes, una o más de las condiciones del préstamo hipotecario formalizado con anterioridad. Se usa para introducir cambios a favor del deudor. Dependiendo de lo que se hubiera pactado con la contratación del préstamo, el cambio de una o varias condiciones tendrá un, subrogaciónLa subrogación de una hipoteca se realiza cuando procedemos a modificar alguna de las condiciones del préstamo previamente pactadas para mejorarlas. Podemos hacer una subrogación para trasladar la hipoteca a otra entidad financiera o transmitir las obligaciones del préstamo y el bien inmueble a otra persona. o cancelación, así como costes de tasaciónLa tasación se refiere a la acción que permite determinar o estimar a la persona o a la entidad interesada en un bien, su precio o valor. En el caso hipotecario, es la valoración del inmueble y debe hacerse por un profesional o empresa homologada por el Banco de España..
- Menor flexibilidad en periodos de bajada del Euríbor: si el Euríbor baja, los titulares de hipotecas variables se benefician de menores cuotas, mientras que en una fija pagarías lo mismo.
- Tipos de interés fijos más altos: actualmente, los tipos fijos suelen ser más elevados que los variables, aunque existen ofertas competitivas.
Por ello, es importante valorar si, a largo plazo, el cambio realmente compensa.
¿Cómo cambiar de una hipoteca variable a una fija?
Existen tres opciones principales para cambiar de tipo variable a fijo:
1. Novación hipotecaria
La novación hipotecaria permite renegociar las condiciones de la hipoteca con el mismo banco. Es el método más económico y sencillo. Debes ponerte en contacto con tu entidad para discutir el cambio. El banco puede requerir una nueva tasación de la vivienda y, si la solicitud es aprobada, el cambio deberá formalizarse ante notario.
2. Subrogación del préstamo hipotecarioEl préstamo hipotecario es una operación reflejada en un contrato mediante la que una entidad financiera facilita una determinada cantidad de dinero al interesado para la adquisición de un inmueble, usando este último como garantía en el caso de incumplimiento de las obligaciones de devolución.
La subrogación permite trasladar tu hipoteca a otro banco con mejores condiciones. Solicita varias ofertas en diferentes entidades; la nueva entidad puede pedir una tasación de la vivienda. Una vez aceptes la oferta, deberás formalizar la subrogación ante notario. Tu banco actual podrá hacer una contraoferta.
3. Contratar una nueva hipoteca
Implica cancelar tu hipoteca actual y contratar una nueva a tipo fijo. Deberás solicitar la nueva hipoteca, pedir una nueva tasación y firmar el contrato ante notario. También tendrás que cancelar la hipoteca anterior y completar el trámite registral.
Gastos de cambiar de una hipoteca variable a fija
Cambiar no es gratuito y conlleva una serie de gastos que conviene conocer antes de iniciar los trámites:
- Tasación de la vivienda: puede ser necesaria una nueva tasación, con un coste de entre 200 y 600 euros.
- Comisión por novación: hasta el 1 % del capitalEl capital en un préstamo hipotecario es el importe real que la entidad bancaria ofrece a crédito al consumidor, excluyendo todo lo relativo a intereses. El capital amortizado es el que ya se ha devuelto y el capital pendiente el que aún queda por liquidar. pendiente si tu hipoteca se firmó antes de junio de 2019, o hasta el 0,15 % durante los tres primeros años si es posterior.
- Comisión por subrogación: las condiciones son similares a la novación.
- Gastos de cancelación registral: cancelar la hipoteca anterior puede costar unos 1.000 € entre notaría, registro y gestoría.
- Comisión por amortizaciónLa amortización es el sistema mediante el cual se ha previsto liquidar una deuda en pagos parciales. anticipada: puede llegar al 1 % del capital pendiente según contrato.
Conocer estos gastos te permitirá calcular si el cambio resulta beneficioso a largo plazo.
Consejos para cambiar tu hipoteca de variable a fija
Si decides cambiar, estos consejos te ayudarán a hacerlo de manera más eficiente:
- Compara ofertas: solicita y compara distintas propuestas o usa un simulador de mejora hipotecaria para encontrar la opción que mejor se adapte a tu perfil.
- Negocia las condiciones: no te conformes con la primera oferta; los bancos pueden mejorar sus condiciones si te cambias de entidad.
- Valora una hipoteca mixta: combina un interés fijo durante los primeros años y luego variable, lo que te permite equilibrar estabilidad y flexibilidad.
- Revisa los costes: asegúrate de conocer todos los gastos del proceso antes de cambiar.
- Analiza tu capacidad de pago: aunque la cuota fija es estable, suele ser más alta; asegúrate de poder asumirla a largo plazo.
En resumen
Cambiar de una hipoteca variable a una fija es una decisión importante que debe tomarse tras analizar tu situación financiera, las condiciones del mercado y tus objetivos a largo plazo.
Si valoras la estabilidad y puedes asumir los costes, podrás protegerte frente a las fluctuaciones de los tipos de interés. Si prefieres aprovechar posibles bajadas del Euríbor, quizá te convenga mantener tu hipoteca variable.
En cualquier caso, lo ideal es informarte bien y comparar las opciones disponibles antes de tomar una decisión.
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