¿Estás pensando en comprar una vivienda y no sabes qué tipo de hipoteca te conviene más? En 2025, los tipos de interés se han ido estabilizando con respecto a años anteriores y el mercado hipotecario ofrece cada vez mejores condiciones. Sin embargo, es normal que nos surjan muchas dudas.
Por eso, a continuación, te explicamos cómo funcionan las hipotecas a tipo fijo y variable y cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas, de manera que puedas tomar la decisión más inteligente y ahorrarte mucho dinero.
¿Cómo funcionan las hipotecas a tipo fijo?
Las hipotecas a tipo fijo son como un contrato blindado con tu banco: lo que firmas hoy es lo que pagarás cada mes hasta el final del préstamo. Sin sorpresas, ni sustos, ni actualizaciones de la cuotaLa cuota es la parte periódica y proporcional que se paga por haber contratado un préstamo hipotecario. Una parte de la cuota se destina al pago de los intereses y otra a la amortización del capital adeudado..
Esto convierte a las hipotecas fijas en una opción muy atractiva para aquellos que valoran la estabilidad, especialmente familias con ingresos estables o presupuestos más ajustados.
Cuando contratas una hipoteca a tipo fijo, el interés queda congelado desde el día uno. Por ejemplo, si pactas un 2,4 % TIN durante 25 años, esa será tu tasa sin importar si el Euríbor se dispara al 4% dentro de 10 años o si baja al 1%.
Características de las hipotecas a tipo fijo
- La cuota mensual es constante.
- El coste total de la hipoteca es previsible desde el principio.
- Estás protegido ante subidas de los tipos de interés marcados por el BCE.
¿Cómo funcionan las hipotecas a tipo variable?
En las hipotecas a tipo variable, el interés va cambiando con el tiempo, y por tanto, también lo hacen las cuotas mensuales.
El tipo de interésEl tipo de interés es el porcentaje que se aplica al capital de un préstamo con el objetivo de calcular los intereses que deben abonarse. Puede ser fijo, variable o mixto. se calcula sumando el Euríbor (habitualmente el de 12 meses) más un diferencialEl diferencial en el ámbito hipotecario se refiere al porcentaje que la entidad bancaria añade al índice de referencia utilizado -Euribor- para fijar el precio del préstamo. Es una variable con margen de negociación. Un préstamo a tipo de interés tiene forma de: Euribor + 0,75%. Esto quiere decir que, si el Euribor está en un 0,25%, la tasa de fijo pactado con el banco. Por ejemplo: Euríbor + 0,9%. Si hoy el Euríbor está al 2,5%, pagarás un 3,4 %. Pero si dentro de seis meses el Euríbor sube al 3%, tu interés será del 3,9% y la cuota también subirá.
Características de las hipotecas a tipo variable
- Se revisa cada 6 o 12 meses.
- Las cuotas pueden subir o bajar conforme vaya cambiando el Euríbor.
- El coste total es incierto, depende del mercado.
Si el Euríbor baja, este tipo de hipoteca puede salir muy rentable, pero también puede volverse más cara en momentos de inflación o cuando los tipos están al alza.
Ventajas y desventajas de las hipotecas a tipo fijo
Esta modalidad garantiza una cuota constante a lo largo de toda la vida del préstamo, lo que puede suponer una importante ventaja en momentos de incertidumbre económica. Pero también hay ciertos inconvenientes que debemos analizar con detenimiento.
Ventajas de las hipotecas a tipo fijo
En los últimos años, las hipotecas fijas se han convertido en la opción preferida debido a todas las ventajas que ofrecen:
- Estabilidad absoluta: la cuota es siempre la misma. Nada de revisiones ni de sobresaltos.
- Perfectas para presupuestar: permiten organizar tus finanzas a 20 o 30 años vista.
- Sin sustos por el Euríbor: suba lo que suba, tú seguirás pagando lo mismo.
- Condiciones competitivas en 2025: actualmente, podemos encontrar tipos fijos entre el 2,3% y el 2,6% para plazos largos.
Desventajas de las hipotecas a tipo fijo
Ahora bien, no todo es perfecto. Estas son las principales pegas que debes tener en cuenta:
- Cuotas iniciales más altas: pagarás más que con una variable, al menos al principio.
- Poca flexibilidad si bajan los tipos: si el Euríbor cae, tú seguirás con tu tipo fijo.
- Comisiones de amortizaciónLa amortización es el sistema mediante el cual se ha previsto liquidar una deuda en pagos parciales. más elevadas: si quieres cancelar o reducir capitalEl capital en un préstamo hipotecario es el importe real que la entidad bancaria ofrece a crédito al consumidor, excluyendo todo lo relativo a intereses. El capital amortizado es el que ya se ha devuelto y el capital pendiente el que aún queda por liquidar., puede salirte algo más caro.
Ventajas y desventajas de las hipotecas a tipo variable
Las hipotecas a tipo variable pueden ser una opción interesante para aquellos que quieren pagar menos al inicio del préstamo, pero no están exentas de riesgos. Sus cuotas se van ajustando en función del mercado, lo que puede suponer un gran ahorroPoder aportar ahorros por valor del 20% del valor de la vivienda más un 10% para los gastos de la operación. . Pero también puede conllevar alguna sorpresa desagradable. Por eso, es muy importante valorar bien sus ventajas y desventajas.
Ventajas de las hipotecas a tipo variable
Si el mercado juega a tu favor, estas hipotecas ofrecen mayor margen de ahorro.
- Tipos de entrada más bajos: en 2025, podemos encontrar diferenciales del 0,8% con Euríbor a la baja.
- Cuotas más ligeras al principio: ideal si tienes menos ingresos ahora mismo pero esperas mejorar tu situación en el futuro.
- Menores comisiones: las penalizaciones por amortización anticipada suelen ser muy reducidas (incluso nulas).
- Ideal para amortizar pronto: si tienes previsto cancelar parte de la deuda en pocos años, puedes ahorrar bastante.
Desventajas de las hipotecas a tipo variable
El problema es la incertidumbre, ya que no nos permite tener un control total:
- Subidas del Euríbor: en 2023 y 2024 vimos repuntes de más de 2 puntos en menos de un año. Algo que podría volver a pasar.
- Presupuesto imprevisible: puedes empezar pagando 600 €/mes y acabar con 850 €.
- Requiere tolerancia al riesgo: si una subida inesperada te deja sin margen, la hipoteca podría asfixiar tu economía familiar.
¿Cuál es la mejor opción en 2025?
No existe una respuesta universal. Depende mucho de tu perfil.
- Si buscas estabilidad y prefieres evitar sorpresas: la opción ganadora sigue siendo la hipoteca fija.
- Si puedes asumir subidas y buscas ahorrar a corto plazo: una variable puede ser una buena opción.
Ejemplo práctico: si contratas una hipoteca fija a 25 años al 2,4%, pagarás 532 €/mes por un préstamo de 100.000 €. En cambio, con una variable con Euríbor al 2,5 % + 0,8%, pagarías 516 €/mes hoy, pero si el Euríbor sube al 3,5%, tu cuota subiría a 583 €.
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